La disnea funcional (patrón respiratorio anómalo, que algunos autores equiparan al síndrome de hiperventilación) es muy prevalente entre los asmáticos (hasta en el 36% de los que atendemos habitualmente en la consulta) y contribuye a que el asma no se controle adecuadamente. Tras la sospecha clínica, la forma habitual de aproximarse a su diagnóstico es el cuestionario Nijmegen. El enfoque terapéutico debe ser multidisciplinario; se necesitan más estudios para aclarar la forma de tratamiento más apropiada, pero los datos parecen indicar que deberían incluirse técnicas de reeducación respiratoria y, probablemente, también de intervención psicológica. El tratamiento farmacológico del asma por sí solo no puede controlar habitualmente la enfermedad, y la calidad de vida de estos pacientes se encuentra deteriorada.
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